Su boca

Su boca

Es la isla donde soñé naufragar algún día con mi pluma

y dedicarme únicamente a escribir metáforas.

 

 

Es un calendario con 26 días

pues cada vez que destapo la lencería celular que la moldea

erradico de mi recuerdo los domingos lluviosos de cada mes.

Es la batalla diaria entre el sigue y el detente

que nunca quiero perder

pues no sé hasta cuándo estará presente.

La habitación donde todo es azul

pues es en el cielo donde habito cuando me besa.

Es la puerta entreabierta por donde se deja oler la esperanza:

Empujas, entras y comienzas a caminar por el callejón unidireccional de la alegría.

El colchón donde siempre quise trasnochar

y dormir boca abajo.

El laberinto donde nos conocimos y quedamos atrapados sin palabras,

sin suspiros,

sin aliento.

 

Es el derecho transformado en deber,

el deber de estamparme la felicidad en un mero roce.

La playa donde las mareas la controlan mis labios.

El banquillo donde no me importa ser suplente.

La calle por donde me gusta pasear tranquilo.

La eterna espera en una caja de ahorros a la que siempre vuelvo.

La risa que abarca un invierno y que muerde mis miedos.

El reloj de pared al que le robé las agujas

para darle un tiempo indefinido al cariño.

 

En fin,

es la alegoría que intenta acercarse a definir lo que es,

pero no doy con las palabras perfectas.

¿Es la….?  ¿Es el…?

Es la pregunta metafórica que me hago cada día

y para la que no encuentro una contestación aclaratoria,

pues me vale cualquier respuesta

siempre que sea el título de este poema quien me responda.