Porque ya me quiero

Porque ya me quiero

Porque estoy cansada de contar el amor por número de condones.

Porque los cigarros no equivalen a llantos post-coitales

Porque cuando beso se me apaga el cariño.

Porque me siento sola cuando me tienen dentro,

y eso a mis cuarenta ya me da miedo.

Porque he dejado de oler a la mujer que fui, no me reconozco.

Ya no siento ni frío, ni calor,

es el peso de otros cuerpos quien marca mis estaciones.

Porque a mi diario se le acabaron las páginas

y ya no sé a quién contarle.

Porque no tengo fuerzas para lidiar con el ejército de insensibles que me rodean

me han desgastado el nombre de tanto follarme

y ya es hora de desaprender que mi cama no es una oficina

ni mi cuerpo el único activo para seguir respirando.

Porque necesito tenderle una emboscada a este vicio,

sobornar mi desconfianza y partir por las rendijas de este cuarto al reino de la calma.

Porque añoro pasar las tardes vestida, perfumada y con la cara limpia,

sentarme en un parque a contar palomas,

como hace mi vecina.

Volver a casa repleta de historias mundanas y quitarme las bragas delante del espejo,

y abrazarme sin miedo, poquito a poco, a intervalos,

sintiéndome y sonriendo.

Porque como veis soy capaz de escribirle un poema a la vida en mi día más triste,

y prometerle que ando en reconstrucción

que estoy aprendiendo a quererme

que ya sé quién no quiero ser

y que los días de esta verdad acaban de apagarse.