
Conversaciones con el espejo
“Si la experiencia de la otra persona fuera más profunda, si se pudiera experimentar la infinitud de su personalidad, nunca nos resultaría tan familiar -y el milagro de salvar las barreras podría renovarse a diario-. Pero para la mayoría de la gente, su propia persona, tanto como las otras, resulta rápidamente explorada y agotada. Para ellos, la intimidad se establece principalmente a través del contacto sexual. Puesto que experimentan la separatidad de la otra persona fundamentalmente como separatidad física, la unión física significa superar la separatidad” – Erich Fromm-
Conversaciones con el espejo
¿Y si empiezas a entender que no puedo con este desorden de vida?
Que le hago horas extra al sueño para no verte despertar.
Que tengo aburrido al espejo, incluso a las cortinas.
Que leo más que nunca para alejarte de nosotros, y de lo que no quiero ser contigo.
Que ya no me pone tu sonrisa irresistible, ni tus cuentos de “algún día seremos”.
Que no me seduce la frigidez de tus casi 10 puntos más de testosterona.
Tu modo autoritario de mirarme,
tu arrogante cartera,
tu caballerosidad medieval,
tus regalos carentes de mí.
Estoy cansada de tu presencia, porque me resulta insípida e intrascendente.
¿Y si empiezas a entender que me da náuseas el machismo irremediable de tus manos?
Que llevo años tomando anticonceptivos, para no verte en otros ojos, ni en otra sangre.
Que pienso en otros hombres cuando me tocas,
y me lames,
y rastreas mi esencia.
Sí, ya te he dado varios polvos de más para hacerte sentir más hombre;
y tú,
tú sin darte cuenta.
Que me asfixian tus parrafadas repletas de obligaciones e invenciones carentes de novedad,
que sé que olvidaste de dónde vengo y aún menos sabes hacia donde me dirijo
porque perdimos las alas y tú te negaste a ser de nuevo ave migratoria.
¿Y si empiezas a entender que este amor ya está saturado de incomodidades?
Que esto no evoluciona porque nunca has querido hablar de lo que nunca nos hemos dicho,
es decir, lo que realmente somos.
Que todo lo que nos separa es el miedo a renovarte, a ser el verdadero futuro de nosotros.
Y a ver si te enteras que después de doce años empiezo a entender que estoy mejor sola en mi cama,
delante de mi espejo, al lado de mis libros,
pero como ves
no doy con la hora
ni con la puta forma de decírtelo.
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